El rumor de las chicharras




Nació con la sonrisa de una niña pequeña, la mirada minúscula y la fluidez permanente del abejorro. Le gusta viajar sobre su pies pequeños caminadores y las manos abrazadas a la espalda, como un duende redondeado que averiguara el porvenir entre las disputas del universo. Y como se crió aferrada a las piernas de su madre por no perderse entre el tumulto de los mayores que la acuciaban con sus caricias religiosas, siempre prefirió los privilegios de la soledad a una vejez perturbada por los falsos encantos de la compasión. Se llama María Artes y adquirió la fantasía en las sesiones estivales del cine Apolo, donde su padre era el acomodador... (ver más en Stories)

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